El cultivo hidropónico se viene practicando desde hace varios decenios, y está demostrado que las plantas crecen más deprisa, están menos propensas a enfermedades y además ensucian mucho menos. Es un tipo de cultivo especial en el que el sustrato tradicional, a base de tierra, se ha sustituido
por otro formado
por agua o material sólido inerte, a base de arcillas o arena, en el que se han disuelto los nutrientes que la planta necesita para su crecimiento.
La palabra hidroponia proviene del griego hydro (agua) y ponos (labor o trabajo), o sea que significa " trabajo en agua" .
En los sistemas de medio líquido las plantas se sostienen gracias a unos soportes en forma de rejilla o malla que sirven como tutores. El sistema se completa con un agitador o inyector de aire en la solución nutritiva para evitar la asfixia de las raíces.
En el hidrocultivo de medio sólido, las plantas crecen sobre un material inerte, por lo general de arcilla expandida, piedra pómez, grava, arena, aserrines, virutas, carbones, cascarilla de arroz, lana de roca etc. es decir materiales que aparte de servir de sostén a la planta, son porosos para permitir la aireación
y la difusión del líquido nutritivo.
Ventajas
- Mayor precocidad en la germinación y el desarrollo.
- Ausencia de malas hierbas
- Ahorro de riego
- Ahorro de abonado
- Aprovechamiento de espacio
- Menor índice de enfermedades.
Inconvenientes
- Dificultad de calcular la dosis exacta de elementos nutritivos.
Cómo proceder
Lo mejor es recurrir al sistema sobre sustrato sólido a base de gravilla o perlita. Debemos elegir una jardinera que no sea muy profunda y se rellena hasta dos terceras partes con el material indicado. Después se colocan con cuidado de no dañar las raíces las plantas elegidas, una vez limpias de toda la tierra que
tengan. Al principio se recomienda elegir
especies fuertes y con raíces no muy profusas (diefembaquias o tronco de Brasil, entre otras). Una vez colocadas, rellenar el tercio restante con el mismo material. Para el riego, que será frecuente se utilizará la siguiente fórmula: 3 gramos de sultafo amónico, 1 gramo de sulfato potásico, 1 gramo de superfosfato cálcico, 0,5 gramos de sulfato magnésico y algo menos de esta cantidad de sulfato de hierro. Con todo ésto mezclado con agua, se preparan 4 litros de solución nutritiva para el
riego.
Si le resulta complicado, en el mercado se pueden encontrar soluciones nutrientes hidropónicas ya preparadas. Como este sustrato no retiene casi nada el líquido, tendremos que colocar en el agujero de drenaje un sistema de recuperación de la solución o bien regarlo por goteo.


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